Frick no entrenó jugadores… los transformó en pensadores silenciosos. Mientras otros gritan por goles, él medía la presión en puntos por minuto y les enseñó a pensar antes de correr. En Ciutat Esportiva no hay cámaras… hay silencio con propósito. ¿Quién ganó? Nadie lo vio venir — pero el Barça lo sintió en cada pase. #RondosComoFilosofía 🤫⚽ ¿Tú crees que esto es táctica o magia? Comenta abajo… ¡yo apuesto que tú también lo notaste!